martes, 12 de octubre de 2010

Una de colegio. Como “egresar” con nuestros hijos y no morir en el intento.

Siempre me he jactado de la poca memoria a largo plazo. Pero así y todo no me impide la falta de tal virtud, el acordarme de mis épocas de egresada. Lo más parecido a los tiempos que corren, era un simple escudo, que diseñábamos y producíamos como podíamos (previa aprobación del colegio) y que era el único distintivo permitido por las monjas en aquellos tiempos lejanos. Parece que les estoy hablando del siglo pasado, que digo, fue en el siglo pasado! En tanto que hoy, el mero hecho de “egresar” significa una maratónica sucesión de eventos a que somos sometidos los pobres e ignorantes padres y que escapa a cualquier viso de realidad conocida. Creo que nunca imaginé las peripecias que nos iban a tocar vivir…
A todo esto se le suma un “depende”, ya que como cada año cambian las reglas de la educación secundaria, en un abrir y cerrar de ojos nos surge la duda si nuestro hijo está: en tercero “poli” o en quinto año, o en que, todo depende. Menos que menos sabemos a ciencia cierta, cuando empieza el secundario realmente. Tampoco cuando empieza a terminar. Menos que menos,  cuando termina?
Pero yendo al punto, bah! a los puntos, (y no precisamente sobre las íes)… todo el periplo se gesta antes. Muuuucho antes. Como dirían los chicos, “tipo que el año anterior de mínima…”
Si, empiezan a transitar el cuarto año y ya se los nota sobre excitados. Y en menos que canta un gallo, solo se los escucha hablar de algunos temas altamente repetitivos, pero no menos importantes: Juntar plata. La fiesta de egresados de los de quinto a donde son invitados of course. Contratar y pagar la murga de regalo a quinto. El pre boliche de la fiesta de los otros egresados. Las fiestas de egresados de toooooodos los colegios a las que son invitados también. El buzo de egresados. El viaje de egresados. El disfraz para la fiesta. El pre boliche de su fiesta. La fiesta de egresados en sí. La entrega de diplomas en el colegio a todo trapo. La “gala”. Algo más? Ah sí, mamaaaá! Me llevo 5 materias y no tengo idea que voy a estudiar!!!! Pero esto es anecdótico no?
Pero para ir teniendo una vaguísima idea: todos pero tooooodos los temas, implican un desembolso monetario de “envergadura”. Es entonces que el año anterior les da la fiebre de organizar eventos de todo tipo y color: ferias de ropa usada, desfiles, fiestas para los mas chicos, venta de galletitas y brownies en los recreos, etc., etc., etc.  Todo con un solo fin: juntar plata. En ese punto del año, no se sabe a ciencia cierta cuál será el destino final de lo reunido… pero es loable las pilas que le ponen al caso.
Con tiempo, como un año antes dije, los precavidos padres no primerizos, sugieren reunirse para hablar del famoso viaje. No sin antes saber, que los “destinos” preferidos de nuestros hijos, no son los aprobados por el colegio. Por ende, el colegio no acompaña a los chicos. Cuando hablo de los “destinos” hablamos de varios. Bariloche, Brasil, nada más parecido no? Traten de imaginar solo un momento, cómo la tecnología ayuda a la difusión y la confusión de toda la maraña de opiniones dispares que 42 futuros egresados, mas y sobre  todo, sus padres compartirán en una profusión de emails eternos en donde no vale el “responder” y siempre gana el “responder a todos”!!!…  hagan la cuenta. Casillas de correo llenas, ganas de bloquear a más de uno y en que termina todo: dos viajes. Un grupo a cada lado... y como era de suponer, la plata juntada no era precisamente para pagar el viaje…
Del buzo no hablo. Solo diré, salió un ojo de la cara, por suerte tengo dos.
El disfraz. Que posmodernidad! Abrí la boca bien grande de asombro cuando me enteré que iban disfrazados a la fiesta. Ojo, esto no es moco de pavo. El secreto del disfraz hay que mantenerlo! No vaya a ser que alguien se copie! Con el disfraz, perdí el segundo ojo.
Pre boliche. Léase, único lugar para entonarse un poco, ya que en los boliches no venden alcohol a menores. Comida y bebida a cargo de los jóvenes, con la supervisión de los padres. Se juntan todos en una casa y desde ahí, en el mejor estado posible, son trasladados en un bus hasta el boliche.
Of course, los padres nos dividimos en turnos. A mí me toco el pre boliche y de 1 a 4 en el boliche. A mi modo de ver, son los turnos más complicados, en donde uno debe ser un sargento de caballería y tener mano de hierro. Pero en verdad todos estaban tan contentos, que casi me pongo a bailar y saltar con ellos. Lástima, no tenía disfraz de Wally.
Hubo un padre que fue con ellos en el bus. Un valiente.
La fiesta estuvo muy buena. Ellos felices. Nosotros aliviados. Me fui a dormir a las 5 con los pajaritos.
Todavía me faltan un par de eventos: la entrega de diplomas… reitero, a todo trapo… van los padres, los chicos súper arreglados y se hace una comida con profesores y directivos. Lo pagamos nosotros, obviamente.
Voy terminando. Solo me queda googlear para ver de qué se trata “LA GALA”!!!!…

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