miércoles, 9 de octubre de 2019

El Reloj Argento


El reloj argento dejó de marcar la hora. 
Su descompuesto engranaje, se ha quebrado en su base. 

Y a pesar de que es sabido, que no tiene arreglo, 
muchos piensan que mágicamente comenzará a funcionar,
 como si fuera nuevo. 

Una fantasía errante de esos que creen, 
que se hará realidad, al cambiar de relojero.
Es como si les hubieran puesto una venda enorme,
 en sus ojos ya ciegos.

Pero las piezas esenciales se han perdido. 
Fueron quedando entre las manos de quienes lo manejaron. 

Y con tristeza digo, que lo que se perdió, no se puede recuperar. 
Porque a aquellos que las tomaron, 
no les importa que el viejo reloj ya no de la hora. 

Muchos hemos dejado de preguntarnos cómo fue que llegamos a esto. 
Y lo que es peor, cómo es que el argento nato, 
cree todavía que las cosas se arreglan con milagros. 

Será porque un reloj parado, dos veces al día da bien la hora?

Creo que deberíamos empezar por hacernos de un reloj de arena. 

Los relojes de arena no tienen engranajes, no funcionan solos. 

Hay que dalos vuelta a cada minuto para que sigan marcando el tiempo. 

Y eso cuesta. Es trabajo. Es constancia, es perseverancia, es estar atento, 
es tener compromiso. Es turnarse, no quedarse dormidos, 
es tener un plan de acción.

Espero con todo mi corazón, que los zombies que habitan esta patria mía, despierten. 
Se unan en pos de un bien común, despojados de las vendas, cerrando la vieja grieta.

Maria Chanourdie
9 de octubre de este bendito año 2019.