miércoles, 30 de marzo de 2011

Redes. No me bloqueen, soy su madre!

Hace unos años ya, me suscribí a varias redes sociales. Soy curiosa, quería ver cómo funcionaban. Además por mi trabajo tenía que saber de qué se trataban. En fin. Creo que abrí cuenta en casi toda red habida y por haber. Finalmente me quedé con Twitter, pero no me alcanzan los 140 caracteres para escribir lo que está pasando...! Me quedé también con Facebook, y ya no se qué más pensar! Pero lo más curioso: tengo hijos… y no sé qué piensan, no sé qué les pasa y todo el día me pregunto tantas cosas!
Como ya he contado antes,  mis propios hijos,  sangre de mi sangre,  me consideran un FASO.  No voy a explicar nuevamente, el significado actual de FASO,  pero lo que más  me preocupa es que en casa lo escucho cada vez más a menudo.  Supongo que algo estaré haciendo mal, para merecer semejante “apelativo”. Pero que voy a hacer? Alguien, tiene que poner los puntos sobre las “íes”.
Evidentemente me consideran un ogro. Y como para muestra solo hace falta un botón, en casa,  suelo usar a diario, frases como estas: Ordenen los cuartos! Cuelguen las toallas después de bañarse! Se lavaron los dientes? Como vas a salir así vestida!  ESO, es un vestido?! Y no va con nada abajo?! Te pintaste como una puerta! A donde te tengo que llevar?! Y los otros padres?! Hicieron los deberes? Estudiaste? Un mapa?! A esta hora te acordás? Como que te olvidaste el libro para la prueba de mañana???? !!!! …  tal vez esto explique por qué, en un abrir y cerrar de notebooks,  he sido bloqueada de sus cuentas de twitter y facebook.  Lo primero que pasó en verdad,  fue que me negaron la opción de “publicar en el muro”, luego zas! Descubro que no puedo seguirlos más!!! Yo que ni siquiera “osaba” dejar un comentario! Y que me había portado como una reina. No comments, no I like this, no nothing… Así es como me pagan: he sido excluida de las redes por mi propia prole.
Evidentemente las madres no podemos, ni debemos… seguir a nuestros  hijos en las redes sociales: pero, es justo, que TODO EL RESTO DEL MUNDO, se entere literalmente y al instante de lo que hacen, piensan y dicen y yo no?! #snif #snif #snif

sábado, 26 de marzo de 2011

Mi segundo marido, antes mi primer marido. De príncipe azul, ni hablar.

Suena ridículo. Ya sé. Pero así es la vida. Una serie de hechos concatenados que luchan por aparecer en nuestra mente a cada momento, para que reflexionemos y nos preguntemos de tanto en tanto, que hice yo para merecer esto?
Cuando uno es chico, sueña con algún príncipe azul. O verde, o de cualquier color. Pero príncipe al fin. Y se lo imagina de diversos modos. Pero nunca, como realmente va a ser.
Ya en los veinte y pico, después de probar suerte con personajes varios y ninguno siquiera con un dejo de aquella imagen formada tanto tiempo atrás, aparece alguien. A quien ni siquiera se te ocurre ver como un “candidato”. Nada más lejos. Y en un abrir y cerrar de mailes (mentira enorme, no había en ese momento)… te encontrás saliendo con ese “muchacho” que como diría mi viejo, “te arrastra el ala”…
Lo que empezó como una tranquila amistad laboral, se  termina transformando  en un apasionado “affaire” de oficina. Y todos los compañeros de trabajo, tratando de “hacernos gancho”, inclusive mi jefa.
Por suerte a poco de empezar a salir, se fue a trabajar a otra parte. Gracias Dios!
No está en mi ánimo contar ningún detalle. El punto no era este.  Nos casamos.
Nadie conoce realmente a alguien hasta que vive con esa persona. Esta es la cruda realidad.
Me voy a saltear algunos unos pasos y algunos años, ya que nuestro primer departamento era alquilado y hasta ahí, nuestras disputas estaban basadas en la estadística de visitas familiares. Que cada uno saque su propia conclusión. Tu madre, la mía, mi suegra, la tuya. Etcétera. En fin.
Pero cuando por fin nos mudamos a nuestra primera “casa propia”. Oh Señor! En ese momento, lo conocí realmente.
De movida no me cruzó el umbral a “upa”. Pero eso es un detalle nada más.
Lo que conocí a diario era su faceta “obse”, que digo “obse”, “carne de diván”, el era la mejor muestra de un TOC con patas. (TOC: trastorno obsesivo compulsivo).
En ese momento empezaron los problemas. Solo citare alguna que otra cosa, porque este tema da para escribir un blog completo por varios años.
Teníamos un jardín muy chiquito. Y frases como “regaste mal”, empezaron a hacer historia. En qué mundo alguien puede afirmar si un jardín está mal o bien regado? De haber sabido hubiese tomado un curso para aprender…!
También estaba el tema de la decoración. Tratar de colgar un cuadro, era un drama! “Se arruina la pared”. “Estas llenando mucho el living de cosas!”, “No me digas que viene con los chicos, van a arruinar todo”!!!
Creo que había un solo cuadro por todo concepto.  Y nunca conocí a nadie tan amante del poximix. Marca, golpecito, raya, hueco, etc. Todo era rellenado sistemáticamente por él. Un día miré el pasillo que iba a los cuartos y la pared parecía “a lunares”.
Demás está decir, que cada cosa tenía que estar en “su” lugar. Y no fuera que alguien, o sea yo, la cambiase a otro lado! aunque ese otro lado fuera más lógico para ponerla. Es como el orden del desorden. Las zapatillas siempre en el baño. Porque no en el lavadero? En el baño se ventilan mejor, no?  No se gasten, no hay explicación para las cosas.  Solo son porque si.
Pero no todo es negativo cuando vivís con alguien así. Quien sino él,  guardaría TODAS las garantías de cuanto artefacto, electrodoméstico y que se yo cuantas cosas más pudiésemos comprar? Y si, prolijamente en carpetas, con carátula y todo?
Otro tema candente, fue el auto nuevo. Todo iba más o menos bien, hasta que decidimos ir de vacaciones,  a la playa. Oh! La arena, que cosa  tan detestable es la arena para un TOC hecho y derecho.
Subir al auto para irnos, era cosa de más o menos media hora o más. Había que sacudirse hasta el último grano. Sacudir sillas, toallas, zapatillas, ojotas y canastos. Si no, no podías subir. Literal.
Unos cuantos años más tarde nos separamos. No fue por esto, es obvio. Los porqués, no son parte de este relato. Pero si quiero contarles que,  luego de un año y medio de estar cada uno por su lado, nos empezamos a extrañar.  Y volvimos. Y “noviamos” un tiempo, que fue bastante corto por cierto. Y luego decidimos casarnos. Por segunda vez… POR SEGUNDA VEZ!
Cada vez que me quejo de mi marido,  mi hija mayor me mira, me hace gesto de que cierre la boca y hace un dos con la mano. Sobran palabras. Hoy, puedo decir orgullosa sin embargo, que tropecé dos veces, con la misma PIEDRA.

lunes, 14 de marzo de 2011

Carta para Clarita.

Querida Hija:

Hace un rato que estoy aquí frente a la hoja en blanco, tratando de imaginar qué puedo escribirte hoy, que te sorprenda cuando abras esta carta, y no hago mas que hacer bollos y bollos de papel. (Mentira, estoy escribiendo en la compu y luego la voy a pasar a mano,,, che!!! Estamos en 2009!)

Estas casi al final del colegio, esa etapa genial, en la que a veces te da mucha fiaca estudiar, y en la que tus padres te parecemos un tanto plomos, represores, y “fasos”!; pero también es una etapa donde se hacen muchos amigos, los amigos que quedan para siempre y otros que son solo amigos de este momento,  pero con quienes compartís fiestas, diversiones y alegrías.

Vas a estar en un retiro unos días. Tenes 16 años y toda la vida por delante. Para mí, para papá, sos todavía un poco nuestra bebe, aunque crecida, estas enorme.
Nunca esta demás decirte cuanto te amo. Con tu sonrisa enorme, tus ojos brillantes y hasta con tus locuras y tu toc y todo! Y amo cuando me haces tu análisis psicológico, “mamá, vos, sos bipolar”!

Sos hoy una adolescente con todas las letras.
No tengo claro que camino vas a tomar, que querés estudiar, que te divierte mas. Pero creo que Dios, que siempre nos sostiene y al cual debes entregarte por entero, va a guiarte; recorda entonces sus palabras, YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.

Mi querida Clari, no te voy a negar que además, sos todo un personaje y que me encantaría ser mosca para ver que haces por ahí con tus amigos, que me muero por estar de incógnito y que seguramente me encontraría con una chica divertida y graciosa.

No tengas duda amor, que lo que mas quiero en esta vida, es que seas feliz. Que te sientas plena. Que puedas hacer de tus intereses, tu modo de vivir. Que tengas amor y comprensión a tu alrededor. Que te quieras a vos misma, así podrás querer a los demás. Ese es el secreto. Que te valores, porque eres una gran persona. Que pienses que con fe, todo es posible. Y si no es posible, vale la pena intentarlo. Siempre.

Que en alguna parte o en todas, está Dios, Jesús, Espíritu Santo, que te acompañará en cada paso que des. Que equivocarse no es delito, que de equivocarse uno aprende y crece. Y si uno no se equivoca nunca, seguramente es porque no ha intentado hacer nada.

Clarita. Mi querida hija. Mi corazón, mi alma, sos todo. Espero que esta vida te tenga en la palma de su mano y que sepas que esté donde esté, siempre voy a estar a tu lado. Porque aunque hayas crecido tanto, siempre habrá, como hay en casi todo el mundo, una niña inocente en algún rincón del corazón.
Te ama por siempre. Mamá

jueves, 3 de marzo de 2011

El esquí, antes y después de los cuarenta. O como bajar de la montaña sin morir con los esquíes puestos.

No sé en qué momento de mi adolescencia tardía, digo tardía, porque cuando fui realmente adolescente mis padres no tenían un cobre, menos que menos para llevarme a esquiar, (aunque en realidad, mas tarde tampoco lo tuvieron), se me ocurrió y por lo tanto, fue una decisión puramente mía y de mi escaso bolsillo de primeros años de laburante, el elegir vacacionar en la montaña.

Como iba diciendo, un buen día pensé, mientras andaba de colectivo en colectivo por la city, haciendo equilibrio y pude comprobar qué buenas rodillas tenía para evitar caídas en frenazos y baches, que era poseedora de las “skills” necesarias, para el esquí.

En definitiva y para redondear, la única opción plausible, analizando todas las ofertas turísticas que había, para lograr el costo-beneficio, era contratar un paquete all inclusive. 
Y cuando digo all, es all. Eves turismo, que Dios los tenga en la gloria. Por poca plata y mucha paciencia, conseguías, pasaje, estadía, comidas, equipos, clases colectivas, pases, todo. Viaje en bondi. 26 horas de ida, 26 horas de vuelta. Nada de clase ejecutiva, o de coche cama… nada de eso existía en los 80. Definitivamente era como la “reinvención” del viaje de egresados. Los cuartos se compartían con amigos e incluso si el número de gente así lo requería, con desconocidos, coordinadores, etc. 
El viaje, largo pero divertido. Nadie dormía nada, algunos cantaban y tocaban la guitarra, otros charlaban y jugaban a algo, mientras tanto empezábamos a conocernos…

Ya en “Bariló”…Te buscaban a las 7 de la mañana por un hotel del centro, of course, debías levantarte de mínima a las 6, ya que no podías perder el desayuno. A las 8 llegabas al cerro para buscar los equipos y a las 9 había que estar en la base para encontrar a tu clase colectiva… o si tu “instructor” así lo requería, tal vez debías encontrarte a las 10, en la punta más alta del cerro… Punta Princesa! Y aquello implicaba tomarse, tres largas y eternas aerosillas viejísimas, en Robles, ya que por aquel entonces, el cerro, estaba partido en dos!...

Así fueron los comienzos. A los golpes. Poca nieve, muchas ganas, poco descanso, pocas horas de sueño. La época de los colores fluo! Lindas fotos viejas.

Pero un día, ya que probaste el avión, el hotel en la base, la casa de algún amigo cerca. Nunca más Eves. Nunca más!
Con el tiempo, uno aprende a deslizarse montaña abajo. Ahora, tener “estilo”, es harina de otro costal. Es agua de otro molino. Es IMPOSIBLE para mí!!!!

Que puedo decir de este deporte. Es impagable. Te desconecta completamente. Descubrís que tenés músculos que ni siquiera sabías que tenías, te duelen huesos que jamás te habían dolido. Tu mente se concentra en no caer, no perder el equilibrio, subir al poma, bajar de la silla, sin llevar a nadie por delante, o que no te lleven por delante a vos… tu mente está OCUPADISIMA!

Pero además, esquiar después de los 40, es también, llegar a las 11, sólo si hay sol. Y ya como a las 13,  parar a tomar una cervecita, en alguna terraza con vista a los lagos, con buena música de fondo!

No es divertido esquiar solo, para nada. Pero eso sí: tenés que encontrar un grupo que esquie como vos. Ni tanto, ni tan poco. Léase, si a algún amigo o pariente ex “instructor”, se le ocurre ir a esquiar por “fuera de pista”, “nieve honda y virgen”, o ir a descubrir nuevos caminos, definitivamente pensalo varias veces. PENSALO seriamente…!!! 
Una imagen mía esta última temporada: de cara en la nieve honda, el brazo enterrado hasta el hombro con el bastón todavía agarrado, los esquíes desparramados y un pedido de socorro,  “que alguien me ayude a desenterrarme!…ya que sola no puedo!... Divertido, si para contarlo luego. Levantarse de esa caída, pararte y ponerte los esquíes, mientras te hundís en la nieve blanda, implica, para alguien que superó los 40, un esfuerzo nunca experimentado antes. Lo juro. Creí que no volvía. En fin.  

El mayor placer: cuando me saco las botas al final del día. Cada vez que pienso lo cansada que me acuesto, cuando voy de vacaciones a esquiar, que he llegado a la conclusión, de que estoy loca. Pero cada año que puedo, vuelvo. Hay algo ahí en la montaña, que hace que me olvide del dolor, del cansancio, de todo. Y pienso en el fondo, que es porque me siento casi, como tocando el cielo con las manos…

miércoles, 2 de marzo de 2011

Carta de mamá a Florencia en su cumpleaños

Querida Florencia:
Una carta. Un recuerdo grato. Un abrazo. Y toda la esperanza.
La encontré, quería decirte, dentro de mi corazón. Es esa que tanto has buscado, que tanto esperabas. La carta de mamá en tu cumpleaños.
En ella solo hay cariño. Profundo amor esparcido en cada letra que te ha escrito.  Dice que está orgullosa de vos: Flor, su adorada hija, su sol de noviembre. Y también agrega que siente que el tiempo ha demostrado lo que vales. Lo que has sido capaz de lograr con todas tus virtudes: empeño, amor, dedicación en todo lo que haces. Y que siempre ha habido un lugar muy especial para vos en su corazón. Recuerda en sus palabras tiernas que cuando eras chica se preocupaba. Hasta te hizo repetir el primer grado! Y te pide perdón por ello. Y que con el correr de los años te has vuelto una mujer hecha y derecha. Amorosa madre, mejor hija, increíble nieta. Siempre atenta a los demás, a sus necesidades y deseos, siempre abiertas las puertas de tu casa, a la familia, a los amigos, a todo el mundo. Y que siempre ve que en tu corazón hay espacio para amar a todos porque es muy grande. Y que está feliz porque al fin puedes leer su carta aunque ya no esté tan cerca. Dice que te quiere. Mucho. Mucho. Y que desde donde está, te desea un muy feliz cumple!
Hay una post data que dice: Flor, que la esperanza, la paciencia y  la felicidad se queden contigo por siempre. 

Mamá.