jueves, 3 de junio de 2021

Miedos


El día viene de sol pleno. Y nada hace parecer que va a cambiar.

Solo hay nubes en mi interior. Nubarrones.

Están amagando desatar una tormenta.

Trato de contenerlos a como dé lugar.

¡Qué difícil en este tiempo tan complejo! en todos los sentidos.

Siento mi alma deshilachada y el corazón latiendo sin ritmo.

Los pensamientos corren carreras y se arremolinan incontrolables.

Y una palabra se asoma por sobre semejante embrollo: miedo.

Y me pregunto ¿porque?

Se supone que cuando uno peina canas,

tiene la experiencia y la sabiduría para no tener miedo.

Miedo del bueno, digo. Ese que duele, que te congela.

Ese que no permite que hagas cosas.

Y se interpone como un muro en tu camino.

Se queda ahí parado como un monstruo de fauces enormes,

Dispuesto a devorar tus sueños, tus ganas, todo.

La suma de todos los miedos.

De la vejez que no nos permite correr más que el tiempo.

De todas las cosas que quedan por hacer. De todo lo que hay que agradecer.

De todas las personas a las que no pudimos decir te amo o perdóname.

De poder enmendar los errores cometidos.

De no poder abrazar a nuestros seres queridos.

De saber que la tierra que pisamos esta corrupta y triste.

De no tener la certeza de saber que nuestros hijos van a estar bien.

Mil preguntas, sin respuesta.

Ahora es el día el que se puso gris.

Y esa oscuridad que apenas deja ver, nos envuelve como una niebla.

Al parecer habrá que dar vuelta esta página amarga.

Y ver si por la ventana entra algún rayo de luz

Que nos dé una señal, la esperanza de un mañana mejor.

viernes, 21 de mayo de 2021

Primavera.


El aroma a jazmines envuelve todo como un manto de noche fresca.

Mientras camino, un sin fin de recuerdos de toda mi vida, 

se hacen presentes, entrelazados con el perfume y las estrellas brillantes.

Me parece ver un guiño de aquella media luna, 

que espía mis pasos desde su lado oscuro.

Me hundo en la profundidad de mis pensamientos.

Es la magia de la primavera, que endulza los sentidos.

Como si quisiera encantar mi mente y mi corazón.

A esa hora ya los pájaros han guardado su música, 

pero los grillos ensayan acordes monocordes.

Cuantas ideas surgen en esas caminatas. 

Cada paso deja una huella invisible en el pavimento.

Y es esa cadencia la que nos inspira. 

Y nos regala las mejores metáforas. Las cuales, amo.

Y las musas nocturnas se toman el rato para visitarnos, 

juegan a las escondidas con nuestros pensamientos. 

Arman y desarman frases y oraciones locas.

Lo más probable es que luego olvidemos, 

que fueron ellas con su picardía, 

las que nos soplaron sueños e historias en el oído.

Nos envuelven y corren a nuestro alrededor; 

supongo que si pudiera verlas, 

serían como las auroras boreales con colores de esos que no existen.

Casi como que volvemos en andas. 

Suspirando y sonriendo en la oscuridad estrellada.

Y casi que nos da por correr, para tomar pluma y papel 

y plasmar esa experiencia sobrenatural.

Pero estamos en otoño. Y mis musas y jazmines emigraron al norte.

Mientras la lluvia moja la tristeza de la tarde gris, 

veo que finalmente las hojas del cerezo se han vuelto rojas.

Tal vez no tenga que esperar a la primavera.

 

 

jueves, 20 de mayo de 2021

Gallardetas.


Mi corazón estallo ayer. Y el domingo anterior. Y en diciembre 2019. Y estalla cada fecha.

No importa el resultado.

Los hinchas de la banda, sabemos que dan todo: dejan el alma, la piel, el cuerpo, la vida en cada encuentro.

Cuando pensamos que ya lo vimos todo; que con lo que nos han dado esta, nos sorprenden nuevamente.

Muchos hablan de la épica, de la heroica. No muchachos. Es que hay equipo.

Y es esa comunión, que su líder les infunde para que tengan la confianza y la garra.

Es esa cabeza brillante de estratega del muñeco querido, que se nota en cada jugada.

Supongo que el tiempo lo llevará a algún otro desafío mayor.

Pero nosotros, los hinchas, lo vamos a llevar en el corazón por siempre. Aunque no haya ganado un solo torneo local.

Es tanto lo que nos da, que no nos importa.

Lo defendemos aunque pierda por goleada. Gallardo no se discute. Es el corazón de River llevado a su máxima expresión.

Solo eso. Gracias Muñeco.

 

martes, 19 de enero de 2021

Vida.

El sol y la brisa rozan mi cara con su caricia tibia. 

Y me abrazo a la mañana mágica, que me regala este día, como tantos otros. 

Un cielo se descubre celeste por entre unas nubes raramente oscuras, 
que suponían llegar ayer. 
Pero se están colando esta mañana. 
Aún no son amenazadoras; pero quizás más tarde les de por llorar. 
Espero que no. 

Se conjuga el verde del pasto, con su fantástico olor y su frescura. 
Y todo toma un color de felicidad plena. 
De a poco voy despertando de mi letargo nocturno.
Y las ideas y palabras, van fluyendo por mi pluma hasta el papel. 

Siento un colibrí que aletea en el jazmín. 
Siempre que veo uno, me recuerda a las personas que ya no están. 
Esos recuerdos, no son de nostalgia; 
son recuerdos gratos de momentos felices.
Todo eso que atesoro en mi alma y que a veces añoro.
Pero que son y fueron eso.

El tiempo no se puede ni debe detener.
Ese reloj de arena que es la vida, va fluyendo 
y moviéndose mientras nosotros caminamos por ella.
Andamos. Vivimos. Nos dejamos llevar.  

En cada granito que cae,
al mismo tiempo pasan los días, pasa la vida.
Como una estela, vamos dejando las huellas de nuestros pasos; 
plasmados en fotos, objetos, artes.

Hay quienes dejan recetas de manjares increíbles. Y poemas.
Otros van regalando amor. O cosechan amigos. 
Otros dejamos variedad de intentos artísticos.
Todo es cuestión de poner esos talentos en donde quepan.
Los dones de los cuales debemos estar agradecidos; 
o al menos yo lo estoy. 
Y en ese fluir; amamos locamente. 
Navegamos momentos de mucha adrenalina; 
otros de calma chicha. 

Todo eso: es una vida cualquiera.
La mía, la tuya, la de todos. 
No importa la clase, el lugar.
Así es, democráticamente la vida: 
tomar lo que nos es dado y tratar de hacer con ello, 
lo mejor que podamos. 


Intensidad.

Hace 17 años un día como hoy, festejamos tu último cumpleaños. 
Hoy tendrías 83. No sé si te hubieras llevado bien con ese número.

Extraño abrazarte con todas mis fuerzas, lo hago con mi corazón.
Creo que te fuiste porque querías. 
Muy en el fondo de tu corazón, 
pensabas en la vejez como un monstruo de garras feroces; 
tanto miedo le tenías, que creo que preferiste huir.

Cada uno de nosotros vive mucho o poco 
según la intensidad de la con que vive. 
Según lo hecho en el tiempo que estuvimos. 
No importa la cantidad de años pocos o muchos. 
Importa como lo viviste.

Importa si pudiste atesorar recuerdos, experiencias, andar caminos.
Si tuviste la oportunidad de ver un amanecer o un atardecer perfecto; 
o sentirte única por haber encontrado un caracol increíble, 
caminando por la playa.
O si sentiste el viento en la cara subida a la cima de una sierra.
Si tus ojos se llenaron de lágrimas Al ver un cuadro cualquiera.
Si pudiste llenar tu casa de risas de niños y ocuparte de ellos.
Si te fue dado moldear tus ideas en arte, en cosas bellas.
Si te encontraste tejiendo y en cada punto dado, 
enlazaste tus sueños de amor de todo tipo.
Si pudiste plantar los colores de tu alma en un jardín 
y verlos florecer luego.
Si subiste a un caballo y galopaste por tus horas mágicas; 
te reíste a carcajadas o escribiste un poema. 

Qué se yo! Tantas cosas!
Eso mamá y mucho más, fue tu vida.
Una suma de momentos intensos; por eso es que no cuentan los años. 
Y como dijo alguien, “si he de morir, que me encuentre viviendo”.
Te quiero hasta el infinito y más allá.

Post data: sabes que me gustaría? Un té de chicas. Con vos y Lalita.
Y perdernos las tres en una charla de cualquier cosa, filosofar un rato.
Y bueno; el cielo sabe que algún día lo haremos! 
Pero no ahora! Ya que aún tengo muchas cosas que hacer por acá!

9 enero 2021