viernes, 27 de noviembre de 2020

Pan y circo. La pelota no se mancha.


Siempre pienso que mi capacidad de sorpresa ha llegado a su limite. Pero no. Eso seria en un país normal. Con gente normal. La realidad en Argenlandia, supera ampliamente cualquier ficción.

Ayer se escribió una nueva página, en nuestra ya penosa historia.Una página que pudo haber sido un gran homenaje, una celebración a un ídolo amado y admirado por el mundo entero.

Pero el gobierno no tuvo mejor idea que tomarle la leche al gato, y se le escapo la tortuga. Así nomas. Y una cosa, llevó a la otra y no pudieron contener a las hordas de fanáticos, que no pararon de manchar la pelota una y otra vez. Impiadosamente.

De mas esta recordar, que el argento estuvo en un encierro obligatorio extremo, que duro una eternidad; una “cuarentena extendida“ de 9 meses, que finalmente después de un largo y peleado parto, dio a luz un país destrozado en todo aspecto.

Y no conformes con todo ese panorama, este mismo gobierno, que evidentemente no tiene los patitos en fila, "desorganizó”  la despedida del ídolo. Y que mejor que hacerlo en la propia casa rosada, si, si, si, en la casa rosada, la casa se gobierno, esa donde el presidente trabaja, esa donde trabajan todos los presidentes, ponele...

Decía, organizó el velatorio de aquel barrilete cósmico, para que sus fanáticos, pudieran darle el último adiós. 

A ver: lo que pasó no tiene parangón, no existe, fue la bizarreada argenta por excelencia; supero a todas las otras anteriores, digo.

Por un lado se ve a las claras que se usó este hecho para hacer política, por otro lado, la falta de respeto hacia la familia. Y la falta de respeto a la sociedad que miraba con ojos incrédulos tamaño des aforamiento general; sintiendo la injusticia los miles de personas que no pudieron ir a despedir a sus familiares durante este tiempo nefasto. 

El gobierno no tiene la culpa de la pandemia. Pero si es responsable de todo el resto. 

No solo que no hubo respeto alguno por la distancia social, los cuidados por la pandemia, sino que se sumó la falta de seguridad, los desmanes. Las imágenes patéticas que fueron viralizadas y transmitidas a todo el mundo. Y que nos pintan tal como somos, un triste país de ignorantes y desaforados que no son capaces de respetar, una valla de la casa de gobierno, un horario puesto por la familia, una celebración por el ídolo que se fue.

Vergüenza en mi corazón es lo que sentí. Y dolor infinito de perder la ultima esperanza que me quedaba en el alma. Me cortaron las piernas. 

Perdón Diego. Descansa en paz

En este país siempre pasa lo mismo. Es el mismo partido que lo pasan cuarenta mil veces en diferido. ( Diego Maradona - 2001)

Jugar sin público es jugar adentro de un cementerio. (Diego Maradona - 1987, después de un partido a puertas cerradas entre Napoli y Real Madrid)




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