martes, 17 de noviembre de 2020

LUCIERNAGA



Era como una luciérnaga. 
Dormida, apagada.
Y de ella, solo decir que en su letargo, 
su historia, se había quedado sin luz.
Había perdido su propósito. Su rumbo.
Estaba ciega. Y no tenía la certeza de si era de noche o de día.
Se había quedado estancada, en el limbo de un tiempo 
que le parecía eterno y sin esperanza.
Con la creencia infantil que mágicamente, esa quietud iba a desaparecer 
y nuevamente iba a saber cuándo, debía brillar o encenderse. 
Pero no se daba cuenta, que solo de ella dependía y de nadie mas.

Si esto fuera una fábula, tendría su moraleja. 

Pero te la dejo a ti que lees. Y si te cabe el sayo, póntelo!


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